Trabajar nuestros hábitos mentales

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Has tomado la decisión de cambiar, y de ahora en adelante sólo pensarás cosas buenas, te concentrarás en ser feliz, en dejar que todo fluya. No importa lo que venga, lo tomarás con calma y dejarás que todo tome su orden natural. De repente algo pasa en tu trabajo, o con tu pareja; y toda esta iniciativa queda en pedazos.

Aparece un nuevo día, y de verdad te esfuerzas por controlar tu mente, pero la verdad es que no dejas de concentrarte en lo cansado que estás, en que tu cuerpo no te ayuda a hacer las labores que tienes que hacer, no dejas de pensar en cómo pagar esa deuda, e insistes en preocuparte porque algo hay que hacer para resolver las cuestiones pendientes. Te levantas de mal humor, estresado, agotado, frustrado e infeliz, y hasta ahora inicias el día; así que piensas que todo eso que te dijeron de pensar positivo, suena bonito pero es imposible.

Justo en este momento la energía del cielo nos esta confrontando con el arquetipo Virgo, y es el mejor momento para cambiar de hábitos. Sí, los hábitos que nos ayudan a sentirnos más  vitales, más sanos, los hábitos que nos organizan en el trabajo, los hábitos que nos hacen mejor en la rutina; pero sobre todo, esta oportunidad es la perfecta para cambiar los hábitos mentales.

Si quieres entender más el arquetipo de Virgo no puedes perderte este vídeo.

Para cambiar nuestros hábitos mentales debemos recurrir a algo que es más habitual de lo que crees (así pienses que es redundante): el diálogo interno.

Verás, el diálogo interno es una función de nuestra mente que describe concisamente lo que estamos imaginando. A veces creemos que la imaginación es una imagen entre nubes de eso que queremos, y que llega a nuestra mente cuando nos disponemos a visualizar, pero estás en lo incorrecto.

Todo lo que sucede en nuestra vida esta animado por una imagen. Dentro de ti te dices por tu nombre y tus características, estudias tus signos zodiacales predominantes y afirmas aun más la personalidad que tienes, los talentos y en eso en que eres torpe y no has aprehendido la lección. Esta imagen articula tus situaciones, por que tiene una intensidad tal, que creas un personaje de ficción y lo vives tan vívidamente que termina convirtiéndose en algo tangible y demostrable.

Esto es necesario entenderlo, porque cuando entiendes que tu vida es el resultado de una imagen mental, entiendes que la única manera de cambiar esa actitud, y esas palabras pesimistas es si cambias esa imagen de ti apegada a lo que crees que eres.

El diálogo interno viene después, describe cada cualidad, cada defecto, lo apoya… es como la levadura: lo hace crecer. Este diálogo crece esa experiencia interna y «efímera», y la convierte en algo tangible como actitudes, costumbre y hábitos, esos hábitos que conforman nuestros días y que completan lo que llamamos vida.

La única manera de transformar nuestros hábitos es trabajando con la imaginación. Esta estructuración de la imagen que nos da el diálogo interno nos permite catapultarnos a experimentar lo que queremos experimentar.

No puedes comer sano, no puedes mantener una rutina saludable, no puedes hacer las tareas de ese proyecto de tus sueños, no puedes vivir una vida feliz en pareja, si antes no te ves capaz, fuerte, poderosa/o, exitosa/o, valiosa/o, amada/o, protegida/o.

¿Qué arquetipos podemos manejar para lograrlo?

Venus. La imaginación: Venus es el arquetipo de la imaginación, de ese objeto deseable. Genera una focalización de la consciencia, e imprime el impulso en ese objetivo. El tip acá radica en sentirse como me quiero sentir. Si en realidad quiero cambiar de empleo, puedo usar lo que ya está disponible en mi vida para experimentar las sensaciones que me traería ese nuevo empleo. Venus crear el mundo, con abundancia, con fertilidad;  y nos muestra el camino que debemos seguir para nuestro crecimiento y nuestra expansión.

No es lo mismo cambiar de hábitos porque es lo correcto, es mejor cuando la imagen de energía, vitalidad, entusiasmo y bienestar impulsa cada elección. Una imagen de merecimiento impulsa acciones amorosas.

Mercurio. La Comunicación: Mercurio rige la comunicación, y por esto conecta nuestro mundo interno con las experiencias externas. Acá Mercurio cumple una función importante y es la de focalizar la consciencia en ese objeto del deseo. Pensar en ello es generar una coherencia interna: imagino, pienso y siento la meta a la que quiero llegar.

Para esto es indispensable conectarse con una imagen superior y elevada, que no este contaminada de las creencias de lo que creemos ser capaces, o de lo que nos dijeron que éramos buenos. El deseo o la imagen de Venus debe ser una revelación divina, expansiva, abundante, sin restricciones ni condiciones. Cuando Mercurio disciplinada y constantemente se concentra en ello, siembra progresivamente semillas de un nuevo futuro.

Marte. La destrucción: Si queremos nuevos hábitos para tener una nueva vida, es innevitable eliminar las acciones o las formas condensadas del pasado que nos bajan la autoestima y nos hacen retroceder. La destrucción debe ser aplicada a esos viejos hábitos nocivos que nos contaminan el impulso activo que quiere mejorar nuestra rutina.

Alejarnos de personas tóxicas, o de ambientes extenuantes, ser más cuidadosos con la comida y el ejercicio, activar nuestra mente con información que nos inspire, es algo que podemos hacer para iniciar un nuevo camino.

Saturno. Concentración: ¿En qué te estas concentrando? ¿Te concentras en lo que falta en vez de lo que abunda?, ¿te concentras en llegar a la meta o en disfrutar el camino? Saturno es el planeta de la forma, de la condensación. Saturno manifiesta en formas todo aquello en lo que estemos concentrados. Si queremos una nueva rutina, una nueva vida debes cambiar el foco de atención.

No hay nada que no se pueda alcanzar con la suficiente concentración. No hay nada que no se pueda manifestar con el adecuado punto focal.

Debes saber además que tu mundo es el resultado de las imágenes repetitivas en las que te has venido concentrando todo este tiempo. Esa enfermedad es la consecuencia de verse como alguien enfermo. Ese problema económico te reporta la imagen de escasez que has sembrado concentradamente en toda tu vida.

Es por esto que es tan importante este arquetipo Virgo, porque los hábitos crean nuestra vida; por que debemos aspirar en crear una rutina fenomenal, y no solo un momento extraordinario. Virgo estructura nuestra personalidad para que el espíritu haga la gran labor que es su misión.

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